miércoles, 21 de diciembre de 2022

Los niños en etapa inicial y la tecnología.

 

La tecnología vino para cambiar nuestra vida social y como nos adaptamos a una nueva forma de relacionarnos. La educación en su etapa inicial no se encuentra ajena a esto ya que esta población hoy día también se encuentra expuesta a un alto contenido de aplicaciones, Software didácticos, programas de formación a distancia entre otros. 
Todo esto ha enriquecido en gran manera el proceso de la enseñanza tradicional en los centros de cuidado infantil y preescolares permitiéndole así al profesor y al estudiante interactuar dentro de lo que consideramos la practica tecnológica; comprobando además que esto mejora significativamente el aprendizaje del niño. Cada aplicación educativa que utiliza un nino bajo supervision del educador va a satisfacer las necesidades de esta sociedad tan cambiante.
     La tecnología en la etapa inicial y preescolar permite al niño comunicarse visual y auditivamente, lo que la hace apropiada al desarrollo de los sentidos de infantes y maternales. El alto contenido de ilustraciones lleva al niño en su etapa inicial a conocer y comprender aspectos sobre el mundo natural al mismo tiempo de ayudarlos a sensibilizarse ya que este tipo de tecnología fomenta en ellos una actitud reflexiva sobre la naturaleza. 

     El uso de la tecnología le permite al educador exponer a niños en etapa inicial a temas que probablemente sin la tecnología no se podían cubrir con tanto detalle. Por ejemplo a traves de la tecnología podemos trasladar a un niño al fondo del mar y que este pueda observar y cuestionarse sobre cosas que quizas con el metodo tradicional no se podía. El uso que cada educador le de a la tecnología en la etapa inicial del niño no tiene limites. El mundo tecnologico atrae el interes de los niños lo que le permite al educador  hacer que los niños accedan a niveles crecientes de conocimientos y a trabajar con representaciones mentales. Por esta razón se recomienda integral la tecnología a los curriculos en etapa temprana.

La tecnología es importante pero no debe reemplazar los cuentos y juegos tradicionales. El educador debe crear un balance entre el uso tecnológico y el ambiente tradicional en donde se exponga de manera simultanea al niño a experiencias como libros impresos y juegos al  aire libre. 

A continuacion una lista de algunas aplicaciones recomendadas que como educadores podemos añadir a nuestro plan de trabajo: El Buho Boo, Baby Piano, Lingo Kids, Kids Food Games, Children's doctor, Nursery Rhymes, Bible App for Kids.




domingo, 3 de mayo de 2020

Hablemos sobre modificación de conducta.




La conducta es todo aquello que las personas hacen o dicen (actuaciones, reacciones, respuestas, acciones,…). Cuando determinadas conductas de una persona o niño en el caso de los educadores no son adecuadas (por ejemplo, las conductas agresivas), estas se deben trabajar para modificar y, así, favorecer una mejor calidad de vida.

A continuación hablaré sobre algunas técnicas para modificar conductas:

1- Reforzamiento positivo y negativo.

Debido a su eficacia, el reforzamiento positivo y negativo es una de las técnicas de modificación de conducta más utilizadas. Cuando se opta por el reforzamiento positivo, lo que se pretende lograr es reforzar la conducta deseada acto seguido de su aparición, de forma inmediata, mediante un premio para poder provocar una mayor probabilidad de que ésta vuelva a repetirse. (Ejemplos de refuerzo positivo: una felicitación por la conducta realizada y un abrazo.) Cuando se opta por un reforzamiento negativo, no se trata de dar un premio, sino de quitar o retirar algo que resulta desagradable para la persona, de modo que también aumenta la posibilidad de seguir repitiendo la conducta deseada. (Ejemplo de refuerzo negativo: disminuir los privilegios.)

2- Reforzamiento intermitente

Cuando hablamos de refuerzos intermitentes hacemos referencia a la misma técnica de modificación de conducta anterior (reforzamiento positivo y negativo) pero recurriendo a los refuerzos de forma intermitente y no de forma continua. Es decir no lo utilizamos regularmente o a diario si no que lo utilizaremos en ocasiones específicas en que amerita.

3- Extinción

La extinción es otra de las técnicas de modificación de conducta más utilizadas. En este caso, se realiza a través de la retirada de los refuerzos positivos o negativos previos para procurar que una conducta desaparezca con el tiempo. De este modo, con la retirada de los refuerzos, la persona empezara a dejar de realizar conductas concretas hasta que finalmente, llegará un momento en que la conducta desaparecerá por completo. Esta técnica siempre funciona de forma gradual para terminar con las conductas no deseadas que se pretenden eliminar.

4- Desvanecimiento

Se trata de acompañar la conducta de otra persona mediante ayudas (verbales, físicas…) para convertirla en conducta deseada. En este sentido, estas ayudas se deben ir retirando con el paso del tiempo hasta que la persona sea capaz de realizar la conducta deseada por sí misma, sin necesidad de recibir ayudas.

5- Moldeado

Se lleva a cabo cuando se pretende conseguir que una persona realice una determinada conducta y esta nunca ha sido realizada con anterioridad. Para llevar a cabo esta técnica de modificación de conducta, lo primero que se debe hacer es reforzar respuestas parecidas a la deseada y, a medida que la conducta deseada se va configurando, se trata de ir extinguiendo las aproximaciones parecidas a la conducta deseada.









jueves, 30 de abril de 2020

Etapas del desarrollo psicosocial de Erick Erikson






Hoy quiero que tocar el tema de la Teoría Psicosocial de Erick Erickson porque aporta mucha información valiosa a la educación, en especial en la primera infancia. En 1950 Erik Erikson, psicoanalista estadounidese, propone una de las teorías más populares del desarrollo: la desarrollo psicosocial. Las etapas del desarrollo psicosocial de Erikson responden a una teoría psicoanalítica integral que identifica una serie etapas por las que un individuo sano pasa a lo largo de su historia. A pesar de que Erick Erikson fue un fiel seguidor de Sigmund Freud, discrepaba con la relevancia del desarrollo sexual, Erickson pensaba que con los años el individuo se desarrollaba por medio de la interacción social. Proponía que desde el nacimiento hasta la vejez pasamos por 8 crisis, y estas son influenciadas por la sociedad, por ende el desarrollo del yo dura toda la vida.

Algunas características mas relevantes de cada edad hasta la adolescencia son:

Confianza vs. Desconfianza (0 – 2 años ) Crea confianza hacía su medio y a sus padres o cuidadores, ¿qué tan confiables son?. Los padres deben transmitirle confianza al bebé (primeramente por la alimentación y profundidad del sueño). Si se crea con éxito el bebé será seguro, si hay mucha desconfianza el niño tendrá miedo del mundo

Autonomía vs. Vergüenza/Duda (2 — 3 años) El niño comienza a hacer cosas por sí solo y logra más independencia. Se necesita un equilibrio entre autonomía y control externo como el de un guía. Comienzan con la palabra ‘’no’’, cuando algo no les gusta. Esta edad es importante para la proporción amor-odio, la cooperación, el nivel de terquedad terquedad y la libertad de expresión. Si fallan en las actividades que quieren realizar tendrán vergüenza.

Iniciativa vs. Culpa/Miedo (3–6 años) Quiere descubrir el mundo y por ello hace muchas preguntas. Descubre, identifica y proyecta roles. Desarrolla su iniciativa cuando no es abrumado por la culpa, hacen un balance de lo permitido y lo que no. Se puede crear sentimiento de culpa, debido a que se pueden equivocar o cuando los padres reaccionan negativamente ante alguna actividad que hayan realizado.


Laboriosidad vs. Inferioridad (6–12 años) Etapa en la que se sienten capaces de realizar cualquier cosa e intentan realizar muchas actividades. Tienden a comparar sus habilidades y, al no obtener los resultados que quería se originan sentimientos de inferioridad (odio contra sí mismo y el mundo). Es muy importante la estimulación positiva que maestros, padres y amigos o compañeros de escuela puedan brindar, es decir reconocimiento.


Búsqueda de la identidad vs. Confusión de la identidad (12- 20 años) Hay un crecimiento físico rápido, se preparan para la vida adulta y se preparan socialmente. Existe confusión, queriendo regresar a la niñez para evitar conflictos. Suele haber separación de los padres, los adolescentes se rebelan. Desarrolla ideales para ser un adulto exitoso. 


Erikson propuso que las personas experimentan en cada etapa un conflicto que sirve como punto de inflexión en el desarrollo, como un estímulo para la evolución. Estos conflictos se centran en desarrollar una cualidad psicológica o no desarrollar esa cualidad. Durante la etapa, el potencial de crecimiento personal es alto, pero el potencial de fracaso también lo es. Así, si las personas se enfrentan con éxito al conflicto superan esta etapa con fortalezas psicológicas que les servirán para el resto de sus vidas. Pero si, por el contrario, no logran superar con eficacia estos conflictos, es posible que no desarrollen las habilidades esenciales necesarias para encarar con acierto los retos de las siguientes etapas.

martes, 28 de abril de 2020

Daniel Goleman y La Inteligencia Emocional

     
     

Daniel Goleman es uno de los psicólogos más famosos de los últimos años, debido al best-seller internacional de su libro: Inteligencia Emocional (1995). En su libro Inteligencia Emocional, explica que las competencias de autoconocimiento, autodisciplina, persistencia o empatía tienen más importancia para la vida que el CI (Cociente Intelectual), y afirma que ignorar estas competencias es un riesgo para nosotros. Debemos enseñarles a los niños a desarrollar estas competencias desde edades tempranas, porque son beneficiosas para su futuro. Cuando nuestro cerebro almacena experiencias, no simplemente recopila hechos; también registra nuestros sentimientos y estos sentimientos nos ayudan a aprender. Por ejemplo, si un niño toca un horno caliente, experimentará un dolor intenso. Solo pensar en volver a tocarlo, hará que se dispare el recuerdo de ese dolor. De esta forma, las emociones evitarán que le pase lo mismo otra vez.

Nuestras emociones son herramientas importantes para entender e interactuar con nuestro entorno. Aún así, tienen defectos y pueden impulsarnos a cometer errores. Uno de esos errores ocurre cuando nos volvemos excesivamente emotivos; para poder realizar juicios sólidos, necesitamos pensar claramente. Nuestra mente emocional reacciona a situciones del presente basándose en experiencias pasadas, aún cuando las condiciones hayan cambiado. Por ejemplo, un niño que fue acosado en el colegio puede crecer para convertirse en un hombre seguro de sí mismo, pero aún así sentirse amenazado por su antiguo acosador. Entonces, ¿Cómo puedes usar el poder de tus emociones sin que ellas te controlen a ti? Necesitas inteligencia emocional (IE), que te permite reconocer y manejar tus sentimientos sin ser controlado por ellos.

El primer aspecto de la inteligencia emocional es ser capaz de reconocer y darle nombre a tus sentimientos. Este paso es vital para ser capaz de manejar tus emociones. Los estudios demuestran que las personas que no son capaces de reconocer sus propios sentimientos, son más propensos a arranques violentos. Una vez que eres capaz de reconocer tus emociones, necesitas estar consciente de qué las causa. Con frecuencia tus sentimientos en una situación dependen de cómo piensas sobre ellas. Por ejemplo, imagina que necesitas hacer un trabajo para la universidad. No te gusta para nada la idea y preferirías ir al cine. La inteligencia emocional puede ayudarte a gestionar todos estos sentimientos. Aunque el tema te aburra, puedes tratar de verlo desde otro ángulo. Puede que hay un aspecto del tema que te llama la atención; además, a sabiendas de cómo va a hacerte sentir la salida al cine, puedes posponer la gratificación para cuando verdaderamente tengas tiempo y no tengas tareas pendientes. Los estudiantes que manejan su carga de trabajo de esta forma, tienden a tener éxito en sus estudios, aún si tienen coeficientes intelectuales promedio.






En los niños por lo regular a partir de los seis meses comienzan a experimentar la ira. Es justamente ahí que debemos como educadores corregir cualquier conducta negativa, hay que acompañarlas de mensajes que les inviten al razonamiento y al control de eso que están sintiendo. A partir de los dos años es recomendable iniciar a los niños en el campo del reconocimiento de las emociones, ¿Cómo hacerlo? Mediante fotografías de rostros, dibujos, preguntándoles qué les pasa, si están tristes o por qué creen ellos que el otro lo está… Este es un modo perfecto para que aprendan a reconocer sus emociones poco a poco y también las de los demás, y sobre todo, comenzar a desarrollar la habilidad de la empatía. A partir de los 5 años sería perfecto que los niños supieran ya dar nombre a las emociones de modo habitual ejemplo: “estoy enfadado porque no me has comprado el juguete”. Hablar con los niños, hacerles preguntas, razonar, jugar, poner ejemplos; es algo imprescindible en su educación.

Debemos favorecer continuamente el que puedan expresarse, poner en voz alta su opinión y sus sentimientos, que aprendan a dialogar. Desde muy pequeños deben saber guardar silencio mientras los demás hablan, pero no solo eso, debe ser una escucha activa. De ahí que sea recomendable hablarles despacio, frente a frente y terminando las frases con un «¿has entendido?», «¿estás de acuerdo con lo que he dicho?». Para fomentar la inteligencia emocional es esencial que podamos facilitar la confianza apropiada para que pongan en voz alta aquello que les preocupa, que les hace felices pero también infelices. El hogar y la escuela van a ser esos primeros escenarios donde se va a desarrollar su vida. Si les ofrecemos comodidad para que se puedan expresarse y comunicar, también lo harán a medida que crezcan. Saber comunicarse y reconocer emociones propias y ajenas son, sin duda, imprescindibles para que vayan madurando poco a poco y alcancen una solvencia adecuada para integrarse en la sociedad y ser felices en ella.



sábado, 26 de marzo de 2016

La importancia de enseñar a compartir a los niños



A los niños, cuando son pequeños les cuesta mucho compartir, pasan por la etapa de “mío” y se enfadan mucho cuando otro niño, bien sea un amiguito, su hermano coge su carrito o su muñeca. Hasta los cuatro años, los niños no desarrollan la teoría de la mente, es decir, no son capaces de ponerse en el lugar del otro, por eso, no nos vale decirle, “tienes que compartir porque a ti también te gusta que te dejen los juguetes”. Evolutivamente hablando, todavía no son capaces de ponerse en el lugar del otro. 

¿Qué hacemos para enseñar a compartir a los niños?

Cuando los niños son pequeños, basta que les digamos que tenemos una norma en la familia, “compartir”, que además coincidirá con la que tengan la escuela o en el cuido. Las explicaciones a esta edad tienen que ser sencillas, “hay que compartir”, y cuando no lo hacen, basta con retirar la atención al niño. Se la daremos al niño o al hermano que sí está compartiendo. De nada nos sirven las grandes charlas o los discursos que todavía no comprende, y con lo que además consigue atención.

Cuando el niño ya es más mayor, a partir de los 5 años, ya podemos entrar en explicaciones más complejas. A esta edad, empiezan a ser capaces de ponerse en el lugar del otro, y pueden llegar a entender que tienen que dejar sus cosas porque a ellos también les gusta que los demás compartan con ellos.

¿Cómo fomentar el valor de compartir?

Fomentar el valor de compartir es algo que tenemos que hacer todos los días. No obstante, podemos aprovechar fechas especiales como lo es la navidad o el día de la amistad para hacer algo más especial, como por ejemplo, entregar nuestra ayuda a los que más lo necesitan. Organizar actividades para los niños que implican compartir, no sólo los juguetes, sino también el tiempo. Así podemos ir a visitar hogares de ancianos, jugar con otros niños, compartir el tiempo, los juguetes y el material escolar con los demás, como parte de un aprendizaje que debemos fomentar en los niños durante todo el año.

Lo que no debemos hacer es castigar al niño por no compartir, o decirle que es egoísta o entrar a regañarle. Es mejor decirle que cuando no comparte, entonces nosotros no queremos jugar con él, y que cuando comparte sí. Es importante que entendamos que el niño no es “egoísta”, sino que tiene que aprender a compartir, porque cuando son pequeños les cuesta más, y en ocasiones no entienden que ellos prestan algo y que les pueden dar algo a cambio, y que luego se lo van a devolver.

Compartir es mucho más que el hecho material de prestar algo, abarca también otros valores como la entrega, la dedicación y el tiempo. Para aprender a compartir el tiempo, en ocasiones, son muy útiles los juegos de turnos en los que el niño tiene que esperar a que le toque a él, mientras la atención la tiene otro niño.

El logro de los retos en el aprendizaje de los niños




La mayoría de los padres del mundo quieren que sus hijos aprendan a ser responsables, que crezcan felices, que aprendan a superar los desafíos de la vida y que tengan una buena autoestima. Todo esto va relacionado porque se necesita una conexión en cada uno de estos aspectos para conseguir que un niño pueda avanzar positivamente en el camino de la vida. Un niño optimista, feliz y con buena autoestima se sentirá mucho más capaz para superar los conflictos y desafíos que pueda encontrarse a lo largo de su vida y además podrá resistir presiones negativas para poder superarlas y crecer internamente. Los niños felices tendrán más oportunidades para superar los desafíos porque serán realistas pero optimistas. 

Por este motivo resulta fundamental que para enseñar a que los niños superen desafíos, primero se trabaje la autoestima y la seguridad personal del pequeño. ¿Cómo? Confiando en sus posibilidades, enseñarle que equivocarse es bueno, dándole pequeñas responsabilidades (dependiendo de la edad y de sus capacidades), etc. 

Pero hay cosas que los padres pueden hacer en la educación del día a día en casa para que los hijos aprendan a afrontar los desafíos por sí mismos sin depender de los demás y sobre todo que no tengan una actitud pasiva ante la vida.

Reconocer las virtudes de los hijos para mejorar su autoestima.

Reconocer las virtudes de los niños y decírselo es muy importante. No es necesario que se destaque en lo que destacan todos los demás, no tiene que ser el mejor en matemáticas o en historia pero puede ser el mejor en arte, o en baile o en lo que a él/ella le guste más. 

Las notas en el colegio no son todo en la vida de los pequeños puesto que lo académico es importante pero lo emocional será lo que defina a una persona en su plenitud, por lo que el niño tendrá que desarrollar aquello que realmente le llene y le motive.

Respetar la individualidad de los hijos y su espacio personal.

Los niños necesitan su propio espacio para desarrollarse, además si el niño o la niña se ve diferente al resto no tienes que preocuparte, a veces lo diferente es lo que los hace especiales.

Además los padres también tienen la obligación de apoyar a los hijos y darles las herramientas necesarias para que puedan desarrollarse y experimentar los desafíos, afrontarlos y si se equivocan o no, no pasa nada porque a la próxima saldrá mejor si se realiza con constancia y buena voluntad. De este modo los pequeños encontrarán la motivación, la fuerza las energías y la entereza suficiente para ver cómo ellos mismos son capaces de conseguir lo que se propongas con sólo quererlo.